
Jugamos los espacios, porque los espacios hablan y dicen muchas cositas, aunque no siempre los oigamos.
El espacio es algo vivo que puedes modificar en función de tus intereses y al que puedes acudir de diversas formas.
Hay 4 tipos de espacio: el del hogar, el escolar, el social (aquellos espacios comunes que compartimos en una calle, plaza, barrio, ciudad) y yo añadiría otro: el agreste, el del bosque, el que sigue ahí a pesar del tiempo.
¿Los hemos elegido? ¿Podemos modificarlos y jugarlos?
Los espacios HABLAN y ¿qué te dicen éstos?


Si la habitación del bebé fuera de paredes, suelo y techo blancos. ¿Por qué colocar algo en ella? ¿Con qué propósito llenaríamos el espacio? ¿Qué tipo de materiales elegiríamos?
Aquí en este vídeo os muestro 3 tipos:
– El bonito, poco accesible a las necesidades del bebé o persona y que está bien guardadito y que atrae por lo diferente y poco visto.
– El que tiene todo el mundo, es de plástico, vale poco, es muy repetitivo, pero gusta mucho y además puede donarse o tirarse sin problemas a la basura.
– Es una creación que surge de la necesidad y motivación del peque. Tiene distintas texturas y formas y está accesible y se puede combinar. Además se pueden utilizar objetos de andar por casa.
¿Cuál es el que priorizas en casa?


El adulto tampoco es neutral, ni inocente, ni casual.
Los adultos que rodean al peque de 0-3 años dejan su sello en la psique del pequeño, al igual que el entorno y los materiales a los que tuvo acceso. La madre-padre ha de construir un vínculo seguro con su bebé y proporcionarle higiene, hogar, alimento y juego. Las caricias, el cariño de su voz, la atención a sus necesidades hace que el bebé se sienta protegido.
Observar, proponer diferentes materiales educativos y hacer un seguimiento de las necesidades es lo mejor para conocer qué tipo de peque tenemos.
¿Pero cómo elegir el entorno y los materiales sin conocer sus necesidades?
Las necesidades fundamentales de juego en la primera edad van encaminadas en favorecer el desarrollo sensorial y la psicomotricidad fina y gruesa.
Qué pasaría si no le diera importancia al desarrollo sensorial, al trepar, saltar, correr, coger cosas pesadas, encajar, manipular, agrupar por colores, golpear cacerolas y crear ritmos.
Quizás visualizaríamos esa hoja de la planta medio rota y amarillenta que os he mostrado.
Los peques están a nuestro cargo y necesitan de cuidados, en higiene, alimento y hogar…pero también en el juego, pues es su manera de interactuar y conocer el mundo.
Y por supuesto los adultos no somos perfectos, ni lo seremos nunca. Pero debiéramos estar ahí para lo bueno y para lo malo. Con la energía del AMOR como bandera y no actuando desde el MIEDO.


Los conflictos y las contradicciones son parte de nuestro día a día.
Los conflictos repetitivos requieren de herramientas nuevas que no arrojen el mismo resultado cada vez: todos más enojados y enfadados.
Si algo no te funciona, ¿Por qué repetirlo de nuevo?
Lo peor es que si que funciona. Yo ordeno y como lo hago enfadada y apelo a tu buen hacer consigo lo que quiero y claro que funciona.
Ser conscientes que hay otras maneras es algo urgente si de verdad quieres no educar como te educaron. Si quieres dejar de perpetuar la crianza directiva utiliza el lenguaje de la infancia, que es el juego y todo irá más fluido:-))


El juego no solo es cosa de niñ@s. Tod@s necesitamos jugar!
Los 100 lenguajes del niño y niña me da pie a contarte por qué dejar de jugar supuso desconectarme de mi propósito y de mi esencia.
Juegas la vida – Vive tus sueños

ESCUCHA LO QUE ÉSTOS ELEMENTOS SUGIEREN
Y HAZLO TAMBIÉN A TRAVÉS DEL PODCAST
Si quieres replantearte cada uno de los elementos ¡Dale al play!
En este vídeo no damos respuestas firmes.
En este vídeo planteamos preguntas abiertas.
En éste vídeo queremos que pienses si tu día a día está acorde con tus necesidades y con los de tu familia.
Sabemos que las buenas intenciones no bastan. Es necesario tomarse el Juego en serio. Por ello tenemos que comenzar a ser conscientes y realizar juegos diarios que nos conecten.